"Quien persevere hasta el fin recibirá la corona".

"Espera en el Señor y obra valientemente", y ten ánimo. No desconfíes, ni huyas. Antes dedicate a luchar con cuerpo y alma por la gloria de Dios.

domingo, 12 de junio de 2011

LA NECESIDAD DEL BAUTISMO

El Señor mismo afirma que el Bautismo es necesario para la salvación. Por ello mandó a sus discípulos a anunciar el Evangelio y bautizar a todas las naciones. El bautismo es necesario para la salvación en aquellos a los que el Evangelio ha sido anunciado y han tenido la posibilidad de pedir este sacramento. La Iglesia no conoce otro medio que el Bautismo para asegurar la entrada en la bienabenturanza eterna; por eso está obligada a no descuidar la misión que ha recibido del Señor de hacer "renacer del agua y del Espíritu"  a todos los que pueden ser bautizados. Diod ha vinculado la salvacióna al sacramento del Bautismo, pero su untervención salvífica no queda reducida a los sacramentos.

Desde siempre, la Iglesia posee la firme convicción de que quienes padecen la muerte por razón de la fe, sin haber recibido el Bautismo, son bautizados por su muerte con Cristo y por Cristo. Este Bautismo de sangre como el deseo del Bautismo, produce los frutos del Bautismo sin ser sacramento.

¿QUIÉN PUEDE BAUTIZAR?

Son ministros ordinarios del Bautismo el obispo y el presbítero y, en la Iglesia latina, también el diácono. En caso de necesidad, cualquier persona, incluso no bautizada, si tiene la intensión requerida, puede bautizar. La intensión requerida consiste en querer hacer lo que hace la Iglesia al bautizar, y emplear la fórmula bautismal trinitaria. La Iglesia ve la razón de esta posibilidad en la voluntad salvífica universal de Dios y en  la necesiad del Bautismo para la salvación.

sábado, 11 de junio de 2011

¿QUIÉN PUEDE RECIBIR EL BAUTISMO?

"Es capaz de recibir el Bautismo todo ser humano, aún no bautizado, y sólo él".

El Bautismo de adultos
En los orígenes de la Iglesia, cuando el anuncio del evangelio está aún en los primeros tiempos, el Bautismo de adultos es la práctica más común. El catecumenado (preparación para el Bautismo) ocupa entonces unlugar impotamte. Iniciación a la fe y a la vida cristiana, el catecumebado debe disponerse a recibir en don de Dios e el Bautismo, la confirmación y la Eucaristía.
El catecumenado, o formación de los catecúmenos, tiene por finalidad permitir a estos últimos, en respuesta a la iniciativa divina, y en unión con una comunidad eclesial, llevar a madurez su conversión y sufe. Se trata de una "formacióny noviciado debidamente prolongado de la vida cristiana, en que los discípulos se unen con Cristo, su Maestro. Por lo tanto, hay que iniciar adecuadamente a los catecúmenos en el misterio de la salvación, en la prácticas de las costumbres evangélicas y en los ritos sagrados que deben celebrarse en los tiempos sucesivos, e introducirlos en la vida de fe, la liturgia y la caridad del pueblo de Dios".
Los catecúmenos "están ya unidos a la Iglesia, pertenecen ya a la casa de Cristo y muchas veces llevan ya una vida de fe, esperanza y caridad". "La madre Iglesia los abraza ya con amor tomándolos a su cargo".


El Bautismo de niños
Puesto que nacen con una naturaleza humana caída y manchada por el pecado original, los niños necesitan también el nuevo nacimientoen el Bautismo para ser librados del pocer de las tinieblas y ser trasladados al dominio de la libertad de los hijos de Dios, a la que todos los hombres están llamados. La pura gratuidad de la graci ade la salvación se manifiesta particularmente en el bautismo de niños. Por tanto, la Iglesia y los padres privarían a l niño de la gracia inestimable de ser hijo de Dis si no le administraran el Bautismo poco después de su nacimiento.
Los padres crsitianos deben reconocer que esta práctica corresponde también a su misón de alimentar la vida que Dios les ha confiado.
La práctica de bautizar a los niños pequeños es una tradición inmemorial de la Iglesia. Está atestiguada explícitamente desde eñ siglo II. Sin embargo, es muy posible que, desde el comienzo de la predicación apostólica, cuando "casas" enteras recibieron el Bautismo, se haya bautizado también a los niños.

EL NOMBRE DEL SACRAMENTO

Este sacramento recibe el nombre de bautismo en razón del caracter del rito central mediante el que se celebra: bautizar (baptizein en griego) significa "sumergir", "introducir dentro del agua"; la "inmersión" en el agua simboliza el acto de sepultar al catecúmeno en la muerte de Cristo de donde sale por la resurrección con Él como "nueva criatura". (2Co 5, 17; Ga 6, 15).

Este sacramento es llamadotambién "baño de regeneración y de renovación del Espíritu Santo" (Tt 3,5), porque significa y realiza ese nacimiento del agua y del Espíritu sin el cual "nadie puede entrar en el Reino de Dios" (Jn 3,5)

"Este baño se llama iluminación, para dar a entender que son iluminados los que aprenden estas cosas". Habiendo recibido en el Bautismo al Verbo, "la luz verdadera que ilumina a todo hombre" (Jn 1,9), el bautizado, "tras haber sido iluminado" (Hb 10,32), se convierte en "hijo de la luz"  (1 Ts 5,5), y en "luz" él mismo (Ef 5,8).

El Bautismo es el más bello y magnifico de los dones de Dios... lo llamamos don, gracia, unción, iluminación, vestidura de incorruptibilidad, baño de regeneración, sello y todo lo más precioso que hay. Don,  porque es conferido a los que no a portan nada; gracia, porque, es dado incluso a culpables; bautismo,porque el pecado es sepultado en el agua; unción, porque es sagrado y real (tales son los que son ungidos); iluminación, porque es luz resplandeciente; vestidura, porque cubre nuestra vengüenza; baño, porque lava; sello, porque nos guarda y es el signo de la soberanía de Dios.

viernes, 10 de junio de 2011

¿QUÉ ES EL SACRAMENTO DEL BAUTISMO?

El Sacramento del Bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, el pórtico de la vida en el espíritu y la puerta que abre el acceso a los otros sacramentos. Por el Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión: "El Bautismo es el sacramento del nuevo nacimiento por el agua y la palabra.